jueves, 31 de mayo de 2012

Kronos Quartet en el Festival Ensems 2012

fotografía: Riche

En el marco del festival Ensems, que organiza el Institut Valencià de la Música, el día 30 aterrizó en Valencia el Kronos Quartet. Estos señores no destacan tanto por su virtuosismo interpretativo, como por su programa, fundamentalmente contemporáneo y actual, dentro de las supuestas limitaciones que impone un cuarteto de cuerdas tradicional. Y digo supuestas limitaciones porque lo cierto es que en el Refectorio del Convento del Carmen, estos señores nos brindaron alguna pieza sorprendente con los más diversos instrumentos. Conozco al KQ fundamentalmente por las interpretaciones que han hecho de los minimalistas americanos, muchas de ellas encargadas por ellos mismos. En este sentido cerraron el concierto con una obra no estrenada en España, como fue WTC 9/11 de Steve Reich, que recordaba en su concepción a Different Trains: voces grabadas de testimonios reales que vivieron una tragedia, repitiendose en busca de un ritmo, y arropadas por unas cuerdas que se amoldan a la estructura que la grabación impone. Del programa original cayó una pieza de Valentin Silvestrov, pero finalmente fue recuperada en los bises. También incluyeron algunas piezas tradicionales orientales, pero sobre todo destacó la sutil belleza de Flow, un breve capricho electrónico que aparece en el álbum Homeland, de la compositora Laurie Anderson, pero que en El Carmen sonó gloriosamente, frotada en las cuerdas del cuarteto californiano. Fue un concierto memorable, en el que nadie se aburrió, gracias a la variedad de compositores y estilos que se programaron y en el que escuché por primera vez la obra de Donnacha Dennehy, un compositor irlandés al que habrá que hacer un cuidadoso seguimiento.

imagen: web IVM

Mislatas representan tres veces (9 junio 2012)


En el camino de Favara de Mislata, junto al parque de la Canaleta, encontramos uno de los mayores muros de Valencia totalmente lleno de graffiti. Mislatas representan es un festival de graffiti bianual, que incluye otras actividades y música, aunque el mayor placer es ver a los mejores artistas valencianos creando sus piezas a la vez. Se trata, con diferencia, del mejor festival de graffiti de Valencia. Ningún aficionado debería perdérsolo. Además presenta la ventaja de que ni el príncipe Felipe ni Rita Barberá van a inaugurarlo.


miércoles, 30 de mayo de 2012

Cere&Lolo en La Minúscula


Cere&Lolo han expuesto en LAminúscula, una asociación cultural que realiza exposiciones y conciertos en la calle Villena, 13 de Valencia. Presentaron canvas de su nueva serie, que tiene como hilo conductor la morcilla de burgos. Pues sí, han vendido alguna obra aprovechando el floreciente mercado del arte urbano. Reconozco que no es mi serie favorita, si bien en Valencia todavía pueden verse restos de las dos anteriores.. En una de ellas los personajes son zorros a todo color (la actual juega con negros y grises), algo violenta, según el propio Cere, y otra que me gustó bastante y logró que empezara a interesarme por su obra, en donde los botes de spray son los protagonistas, con un dibujo más esquemático y actual que las actuales creaciones. En Benimaclet he fotografiado algunas piezas de Lolo  muy alejadas de lo que hace ahora junto a Cere.
Además tuve la ocasión de conocerlos personalmente en el Poliniza 2012 y me parecieron dos tipos estupendos con ganas de hacer cosas interesantes. Seguro que les va a ir muy bien.

Zorros...
...botes...
...¡y morcillas!

 
Si quereis conocer lo que hacen no tenéis más que pasearos por Ciutat Vella, especialmente por el barrio de Velluters. Les gusta cuidar sus localizaciones y con frecuencia veréis piezas suyas en paredes que ofrecen algún tipo de enmarcado.
Más info:

martes, 22 de mayo de 2012

Muros y Parades

Muros y Paredes, de Escif
Este es el título que Escif ha dado al libro monográfico sobre su obra actual, publicado por Atsh.it en el 2010. Se trata de un completo catálogo de intervenciones realizadas por el artista valenciano entre 2008 y 2010 en distintos lugares, aunque el núcleo de la producción se encuentre en Valencia.

Escif empezó a pintar por el año 96 y tiene, por tanto una larga trayectoria a sus espaldas. Se hizo “popular” cuando sembró las paredes y persianas de la ciudad de Valencia con sus omniscentes ojos. 


Arde Arte, 2006. Torrefiel (Valencia)
Durante un tiempo tuvo activa una web en la que aprecian este tipo de intervenciones en diferentes ciudades europeas. En torno al año 2005 pintaba frecuentemente con Hanem y Dilm, de los Gypsy Kings y participó en los Arde Arte, las reuniones de escritores y amigos que Hanem organizó durante unos años durante las Fallas. Fue miembro fundador de una de las mejores crews que ha habido en Valencia, la XLF.


Participó activamente en la organización del primer Poliniza, de la Univesidad Politécnica. Creo las Battle of the Yeah, como actividad dinamizadora del Street art “de interiores”. Ha realizado diversas exposiciones, aparecido frecuentemente en medios especializados, pero también en la televisión pública, y sus intervenciones urbanas se han visto impresas en múltiples libros, como Textura, de la valenciana Luz Martín, o Muralismo Morte, de Jens Besser, aunque incomprensiblemente no aparece referenciado en Los nombres esenciales del arte urbano y del graffiti español, del periodista Mario Suárez. Últimamente ha pintado grandes murales como Bonjuour Tristesse para el Observatori 2009 de Valencia o el realizado en la plaza del Tossal de la misma ciudad con ocasión de las jornadas Comboi a la fresca.
Albal, 2010. Mural. Una muestra del estilo actual de Escif
Para los que querais saber más sobre este artista urbano os recomendamos las entrevista que aparece en Velvet Liga.

Un lugar donde quedarse

Título original: This must be the place. Dirección: Paolo Sorrentino.
Países: Italia, Francia e Irlanda.
Año: 2011.
Duración: 118 min.
Género: Comedia dramática.
Interpretación: Sean Penn (Cheyenne), Frances McDormand (Jane), Eve Hewson (Mary), Judd Hirsch (Mordecai), Kerry Condon (Rachel), Harry Dean Stanton (Robert Plath), Joyce Van Patten (Dorothy Shore), David Byrne (él mismo), Olwen Fouéré (madre de Mary), Shea Whigham (Ernie Ray).
Guion: Paolo Sorrentino y Umberto Contarello; basado en un argumento de Paolo Sorrentino.
Producción: Francesca Cima, Nicola Giuliano y Andrea Occhipinti.
Música: David Byrne, con letras de Will Oldham.
Fotografía: Luca Bigazzi.
Estreno en España: 11 Mayo 2012.

Esta es una película de esas que puede dividir a los espectadores hasta el punto de que el lector de las diferentes críticas no se haga una idea precisa de si el film merece o no la pena. Y es que la película es decididamente extravagante, moviéndose en todo momento en los límites de lo ridículo, lo sensible y lo absurdo y, claro está, cada espectador tiene sus límites de tolerancia en distintos niveles. Personalmente me dejé llevar por unas imágenes estupendas y una banda sonora maravillosa, y me adentré en la narración sin grandes exigencias, aceptando los elementos inusuales que se iban mostrando ante mi y puedo decir que, pese a sus deficiencias, pasé un buen rato en el cine.
Una adolescencia inacabada. Los excesos durante la juventud y algunas de las consecuencias de aquella vida, han dejado a Cheyenne, ya cincuentón, en una especie de purgatorio emocional del que no puede escapar. A la separación que suele producirse en los adolescentes con respecto a sus padres, les sucede un rencuentro en la edad adulta que Cheyenne no ha podido completar. Este es el tema central de una larga presentación en la que se nos muestran algunos otros matices, como el instinto vengador y competitivo del personaje, o su preocupación y sensibilidad por las personas que le rodean.

Una comedia sobre el Holocausto. Cheyenne construyó desde los 15 años un personaje extravagante que le separó de su padre, un judío ortodoxo, hasta el punto de dejar de hablarse durante 30 años. A través de un acto de venganza, tratará de reconciliarse con su pasado y cerrar heridas. Así se inicia una road movie que lleva al personaje por la América profunda en busca de un nazi de las SS. Pese a su aspecto ridículo, las personas con los que se va encontrando le aceptan y le ayudan, de un modo u otro, a cumplir su objetivo, en una sucesión de momentos absurdos y divertidos.
¿Una historia profunda? Aunque la película trata temas importantes como la identidad, el perdón o el Holocausto desde la delicadeza y el respeto, huyendo de la sensiblería fácil y el convencionalismo, lo extravagante del planteamiento y de algunas situaciones, la introducción de elementos absurdos que nada aportan a la narración, o un final convencional en el que todo parece encajar, nos hacen sentir que no estamos ante una historia auténtica y honesta, sino ante un entretenimiento arriesgado con el que unos se sentirán más cómodos que otros.
Sobre las actuaciones. La película está llenos de personajes secundarios, algunos excelentes, como el viejo nazi o la madre ante la ventana. Pero el peso, sin duda, lo lleva en exclusiva Sean Penn y a este respecto mi sensación es totalmente ambivalente, porque aún reconociendo que el personaje de Cheyenne es francamente difícil, opino que el actor no ha logrado una actuación convincente y así se suceden escenas magníficas junto a otras exageradas en exceso (eso que llaman sobreactuar).

Recomendación: es imprescindible ver esta película en v.o.

viernes, 18 de mayo de 2012

Franco Fontana en Valencia

 
Cuando empecé a interesarme por el mundo de la fotografía, reuní unos cuantos libros y revistas. A mis manos llegó un cuaderno monográfico dedicado a la obra de Franco Fontana, uno de los fotógrafos que más me impactoó por aquel entonces, ya que buscaba (lo sigo haciendo de alguna manera) un lenguaje y un tema. Franco Fontana hacía series fotográficas de paisajes urbanos y naturales en los cuales lograba la abstracción mediante la simplificación de la composición y la búsqueda de colores contrastados y saturados. Todo aparentemente muy fácil. Todo en un entorno no demasiado complejo. Esto fue lo que más me impactó, ya que considero que la fotografía es ante todo una simplificación de lo que se puede observar. Otros fotógrafos destacan por sus composiciones sorprendentes, audaces u oportunas, pero la fotografía de Fontana es puro placer estético con elementos mínimos.  Su técnica más audaz consistía en la saturación de colores mediante el uso de largas exposiciones. Color, simplicidad, abstracciópn, Fontana conecta con la modernidad devolviendo la fotografía a la pintura, pero desde una óptica actual.

Hace unos meses el IVAM de Valencia montó una exposición en la Sala de la Muralla que evidentemente no me perdí. Gracias a esto la ciudad de Valencia ha pasado a formar parte de sus series, ya que, al contrario de otros autores que realizan estudios sobre algún tema durante un corto período de tiempo, las series de Franco Fontana se extienden durante toda la vida de fotógrafo una vez las ha iniciado.


Catálogo de la exposición en el IVAM

El catálogo es excelente, por lo que recomiendo su visionado.

Ojodigital también dedica un interesante y completo artículo a la obra del maestro italiano.

jueves, 17 de mayo de 2012

Nosferatu, vampiro de la noche

Alemania, 1979
Duración: 106 min
Dirección y guión: Werner Herzog
Música: Popol Vuh
Fotografía: Jörg Schmidt-Reitwein
Reparto: Klaus Kinski, Isabelle Adjani, Bruno Ganz, Jacques Dufilho
Fascinante. Me gusta bastante el Drácula de Coppola, pero la versión de Herzog es para mi la mejor película de vampiros rodada hasta el momento. Recuerdo que me dormí en el cine viendo la versión de Murneau. En su momento sería una maravilla y reconozco que tiene imágenes impactantes, pero su ritmo es para gente valiente y animosa. Y no es que Herzog imprima ningún ritmo especialmente acelerado a su film, en este sentido es muy europeo, pero plantea una narración esquemática y precisa, con los diálogos justos y un tiempo que se agota antes de cansar. Son las imágenes las que nos guían a través de la historia y sus mensajes, mientras que la música hipnótica de Popol Vuh nos suspende hipnóticamente en una atmósfera mistérica y envolvente. Pero vamos por partes.
Expresionismo. En 1922 F.W. Murnau rodaba Nosferatu, eine Symphonie des Grauens, en España conocida como Nosferatu, el vampiro, una de las obras maestras del expresionismo alemán. El movimiento expresionista surgió a principios del s. XX como corriente artística. Para mí es una suerte de romanticismo barroco simplificado. No importa tanto la realidad como la expresión de los sentimientos, y para ello deforma la realidad hasta conseguir la expresividad y potencia necesarias conducentes a alcanzar el entendimiento de la emoción subjetiva. En el cine este expresionismo se consiguió mediante la distorsión de los decorados, el maquillaje o los movimientos convulsos y exagerados de los personajes (aunque el Nosferatu de Murnau se rodó en decorados naturales) y los ambientes tratan de recrear el estado anímico de los intérpretes, en los que la soledad y la amargura son elementos característicos, de tal manera que los sentidos nos conduzcan inexorablemente hacia el mundo interior de los personajes. Herzog pensaba que el Nosferatu de Murneu era la mejor película alemana de todos los tiempos y su versión trataba de ser un homenaje a su obra. Así, ha recreado algunas escenas expresionistas realmente impactantes, especialmente aquellas en las que aparece el Nosferatu, como la primera cena en el castillo, con el increíble rostro de Klaus Kinski en primer plano, o el encuentro con Lucy Harker, donde una sombra sin reflejo se acerca inquietantemente.

Romanticismo. Aunque el expresionismo comprende una visión más bien negativa del ser humano, en la relevancia que da a lo subjetivo emparenta bastante bien con el romanticismo. En nuestra historia se expresa a través de la relación de Harker con su esposa, quien en su pureza por amor llega a auto inmolarse en una relación de alto voltaje sexual con el vampiro. Este romanticismo en el campo de las relaciones, se expresa a mi entender de un modo muchísimo más intenso cuando el hombre se enfrenta a la naturaleza.  Es un elemento presente en la obra de Murnau, pero Herzog, gracias al uso del color, le da un sentido pleno y muy alemán. Y aunque no sabría muy bien como expresar esto en palabras, lo puedo simplificar si afirmo que, las imágenes de la naturaleza en el film, los densos bosques, las montañas y cascadas, las gargantas, la niebla sobre el desierto, o las imágenes del castillo en ruinas y el barco atracando en el canal, me recordaban vívidamente las experiencias estéticas y emocionales que tuve en la Alte Nationalgalerie de Berlín ante los cuadros de Schinkel,  Bocklin o Friedrich. Se trata de ese sentimiento de lo sublime, de la pequeñez del hombre frente a la fuerza arrolladora de la naturaleza y que en este film cumple una función muy precisa.

Lo natural frente a lo antinatural. Uno de los episodios más fascinantes de la historia de Drácula se recrea en esta película de un modo maravilloso. Se trata del viaje que realiza Harker, desde la burguesa, humanizada y convencional ciudad de Wismar hasta el castillo en ruinas de Drácula, lugar que los habitantes de la zona identifican con el mal absoluto. PAara llegar de lo humano a lo no humano, Harker habrá de atravesar la naturaleza, que aparece como una especie de embudo que separa ambos mundos. Para llegar allí no encontrará la ayuda de nadie (excelente escena con el cochero) y habrá de obviar también los prejuicios y supersticiones humanas. Abandonando los caminos convencionales atravesará montañas, bosques, cascadas y gargantas hasta alcanzar su objetivo. Una naturaleza que se contrae hasta conducir al hombre al reverso oscuro.  La inmensidad hace de espacio divisor entre dos mundos, como si el uno fuera el inverso del otro. Los reflejos tienen una significación precisa en la obra: las casas se reflejan en los canales, el carro tirado por caballos y el camino se reflejan en el pantano. Nosferatu no se refleja en ningún lado. Sólo su sombra, el negativo de su presencia, se ve en el espejo ante el que Lucy se acicala. El vampiro es explícitamente identificado en una lectura de Lucy como “lo antinatural”.
Una historia faústica y alemana. Las conexiones entre el Fausto de Goethe y el Drácula de Stoker son evidentes, al establecer una relación entre la perversión maléfica que implica la eternidad, así que no es extraño que los alemanes hayan realizado dos de las mejores versiones cinematográficas de la novela del escritor irlandés. Herzog ha añadido un toque folk, conviertiéndo a Nosferatu en una especie de Flautista de Hamelin inverso.

La música. Durante una época me interesé por un estilo musical cuyo nombre comercial no acabo de recordar, pero que yo calificaría de arcana, mistérica, oscura. Estoy hablando de grupos como Dead Can Dance, Ellend, Arcana, Ataraxia o Rajna. Popol Vuh empezó como banda de krautrock, la variante germana del rock sinfónico y, aunque han acabado haciendo música electrónica bastante convencional, tuvieron un extenso momento de música esotérica y religiosa, muy próxima a lo que luego fue la New Age. Brüder des Schattens, Söhne des Lichts, banda sonora de nuestra película, estaría dentro de este período compositivo, pero tiene un grado de oscuridad que lo acerca plenamente a las músicas arcanas antes aludidas. Las imágenes de las momias con el trasfondo de su partitura, al principio del film, atrapan de un modo inquietante y sobrecogedor y nos acompaña a lo largo de todo el film, como cuando aparecen esas imágenes de murciélagos en la noche. Es un elemento expresionista que a nadie se le pasará por alto y uno de los valores a resaltar de la cinta.

Pictorialismo. Ya he aludido al expresionismo y el romanticismo de la película. Pero quisiera hacer hincapié en que la película está llena de cuadros maravillosos. También quisiera destacar que, al contrario que otros directores que se dedican a pintar cuadros en sus películas de un modo un tanto vacuo (pienso en Greenaway) las imágenes de Herzog tienen pleno sentido en el desarrollo de la narración, de hecho la van configurando. Así, la imagen hierática y silenciosa de Isabelle Adjani ante la ventana, esperando cual Penélope a su Ulises, es de una belleza perturbadora. Pero hay otros muchos, como la última cena de los habitantes condenados por la peste, algunas de las escenas con los gitanos, la aludida travesía de la naturaleza o algunos fotográmas de la ciudad holandesa donde se rodó el film.

Actores. El Nosferatu de Herzog está lejos de ser una obra maestra. La fascinación que pueda producir no puede ocultar sus defectos. La interpretación es uno de ellos y la culpa hay que achacarla al director, más ocupado en otros asuntos. Ni Klaus Kimski (un pelín exagerado), ni  Isabelle Adjani (cuya inquietante belleza descubrí en La Reina Margot) , ni  Bruno Ganz (el inolvidable personaje de el Cielo sobre Berlín)  realizan sus mejores actuaciones, aunque están correctos y tienen momentos memorables.

Derechos de autor. Es una anécdota conocida que el primer Nosferatu cambió el nombre de todos sus personajes porque Murnau no pudo hacerse con los derechos de Drácula. La viuda de Bram Stoker, lo demandó y la mayoría de las copias fueron destruídas. Aunque los derechos habían prescrito cuando Herzog realizó su versión, ni la estructura ni los nombres de los personajes se adecúan a la novela ni a la versión de 1922. Herzog optó por una versión muy simplificada de la historia, lo cual es uno de sus grandes valores.

lunes, 7 de mayo de 2012

La mujer de negro

Película: La mujer de negro.
Título original: The woman in black.
Dirección: James Watkins.
Países: Reino Unido, Canadá y Suecia.
Año: 2012.
Duración: 95 min.
Género: Terror.
Interpretación: Daniel Radcliffe (Arthur Kipps), Ciarán Hinds (Sr. Daily), Janet McTeer (Sra. Daily), Liz White (Jennet Humfrye), Shaun Dooley (Fisher).
Guion: Jane Goldman; basado en la novela de Susan Hill.
Producción: Richard Jackson, Brian Oliver y Simon Oakes.
Música: Marco Beltrami.
Fotografía: Tim Maurice-Jones.
Estreno en Reino Unido: 10 Febrero 2012.
Estreno en España: 17 Febrero 2012.
Calificación por edades: N.R.<16 años.

Sinopsis:
El joven Arthur Kipps ha perdido recientemente a su esposa, pero el bufete de abogados para el que trabaja, le obliga a viajar al pueblecito de Crythin Gifford para resolver la venta de Marsh House, un caserón perdido entre marismas. Pronto sentirá el rechazo de las supersticiosas gentes del lugar y empezará a experimentar extraños fenómenos en la propiedad.

Crítica:
En un contexto histórico victoriano, La mujer de negro retoma las formas más clásicas del cine de terror en un ejercicio de purismo excesivo y sin sorpresas. Algún que otro susto no consiguen mantener el interés porque la narración parece ir a la deriva en algunos pasajes. Detrás de mi una treintañera afirmaba que era la película que más miedo le había producido. Que otros decidan.

 Domingo 29.04.2011