lunes, 24 de agosto de 2015

Smoke

 
Smoke tiene un final en blanco y negro que nos recuerda que esta película hubiera funcionado perfectamente en este formato. Con guión de Paul Auster y dirigida por Wayne Wang es una joya que además nos regala un diálogo final para enmarcar entre Harvey Keytel y William Hurt. Auster añade algunas pequeñas historietas narradas que hoy parecen algo previsibles, ¡pero seguro que es por todas las veces que la he visto! La selección musical es excelente (el Cuento de Navidad con música de Tom Waits resulta emocinante). Aunque ya tiene más de dos décadas se disfruta como el día del estreno. Soberbia.

Pride

Película sobrevalorada, por lo menos en Filmaffinity. Desde luego no es el nuevo Full Monty (la comparación es una de las estrategias promocionales). Tiene su gracia, pero trata los temas con excesiva  amabilidad, sin la profundidad dramática o el humor ácido que requerirían estas dos historias entrecruzadas: el movimiento gay y las huelgas mineras de los 80 en Gran Bretaña. Billy Eliot que trata también ambos temas,  resultaba muchos más contundente en este sentido.

sábado, 23 de mayo de 2015

Suite Francesa

La historia de amor entre una chica de pueblo acaudalada y un sensible oficial alemán en la campiña francesa. 
Saul Dibb tiene una buena historia, buenas interpretaciones, una factura técnica correcta, un contexto contradictorio y ambiguo que le da un leve toque de complejidad… pero algo falla. Es posible que cierta precipitación en momentos clave le reste autenticidad a la historia. Pese a todo se ve con interés.

Selma

Selma, una pequeña ciudad de Alabama, se convierte en el vértice del movimiento negro liderado por el Dr. King en favor de sus derechos civiles. 
Se trata de un momento histórico convulso y apasionante que el director Ava DuVernay ilustra a través de un film aburrido, carente de tensión dramática y mal contado. Pudiéndose cernir al tema central sugiere cuestiones secundarias que deja colgadas, de tal manera que lejos de enriquecer la trama contribuyen a estrellarla. 
Creo que este tipo de películas son difíciles de narrar: es fácil olvidar que no se está contando Historia, sino una historia que requiere un lenguaje específico, una cierta autenticidad, no dar por supuesto que el espectador conoce el tema o que lo ignora todo sobre el mismo. La narración a duras penas se sostiene en pie gracias a la emoción que pone la historia con mayúsculas que traza la acción política del líder negro. Nada que ver con el arte.  

Mejor ver un documental en casa, será igual de desapasionado pero más instructivo. 

Wiplash

Wiplash es la historia de dos cabronazos. Los cabronazos pueden resultar interesantes cuando no nos están jodiendo la vida. De hecho la película funciona perfectamente desde el punto de vista dramático. Se pasa un buen rato. Quien no le haga ascos al jazz también disfrutará de la banda sonora, la protagonista más amable de este film. 

Merecido óscar para J.K. Simmons.

Sin embargo los valores que transmite Wiplash son altamente tóxicos. Por lo menos yo no creo en el valor del éxito alcanzado a través de la indignidad y el sadismo. No en una sociedad justa. No entre gente buena.

Para los amantes de las baquetas este vídeo de visionado imprescindible.